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Hay
lugares en los que se puede sentir el pasado…
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El Pasaje de los Azahares estaba
cerrado, vacío, sumido en la penumbra y el silencio, como dormido tras la
febril actividad del día. Una nueva jornada había concluido y, como siempre,
nadie, ni una sola persona, había tomado conciencia real de aquello. No le escuches, te está mintiendo. Te odia.
¡Todos te odian! Desde luego no era fácil, entre la agitación y el espeso
caldo de estímulos que saturaba aquel lugar en horario diurno, distinguir
aquella pulsión, aislarla del ruido de fondo, comprenderla como lo que era.
Pero sin duda seguía allí, y varios eran los que, inconscientemente, la habían
sentido aquel día. Ese perro descastado
no se merece vivir. ¡No se lo merece! Cualquiera, cualquiera que hubiera
recorrido aquel pasaje durante la mañana, es posible que recordara como un
escalofrío, como un repentino acceso de mal humor o quizá un atisbo de sospecha
que se encendía en su mente, o una decisión que tomaba forma
incomprensiblemente y que lo arrastraba hacia lo impensable. ¡Te está engañando, y ya sabes con quién!
¿Es que no tienes sangre en las venas?
Y no es que estuvieran sugestionados por la historia de aquel lugar, porque jamás
nadie había caído en la cuenta de que, por ejemplo, fue justo por ahí por donde
pasó Sandra Suárez la tarde anterior al famoso incidente, cuando se volvió loca
repentinamente y envenenó a sus padres y a dos de sus hermanos; o Marcos
Garchel, que lo atravesó apenas una hora antes de regresar a su casa y matar
a su hermano Mateo, toxicómano como él y
con el que nunca había tenido buena relación. Alguien te ha mentido. Ni tampoco nadie supo jamás que fue en el
Pasaje de los Azahares, justo en aquel lugar, donde esa misma tarde Javier
había atado cabos definitivamente y había decidido ajustarle las cuentas a su
infiel novia y a ese miserable de Juan que decía ser su amigo. Nadie, nadie lo
supo jamás.
2 comentarios:
Historias nunca contadas, y si los lugares hablarán... Nos dejarían pasmados. Así, cómo tú relato.
Muy bueno,
Abrazos!!
Muchas gracias. El juego que da el mundo de la psicofonías, ¿que no? ;)
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