Para enfermos de aburrimiento alérgicos a la pasta de celulosa, para exiliados de bibliotecas con tiempo pero sin estantes, para marineros de la red con tendencia a hacer parada y fonda en tabernas de relatos, para viajeros de sillón y amantes de la aventura estática, para todos ellos y para ti mismo se abre esta consulta literaria, la del doctor Perring, enhebrador de palabras, zurcidor de conceptos y trazador de historias.


Tratamiento único y definitivo: tú pones los segundos, el que suscribe pone las letras...

lunes, junio 17, 2019

Nadie lo sabe



Hay lugares en los que se puede sentir el pasado…


El Pasaje de los Azahares estaba cerrado, vacío, sumido en la penumbra y el silencio, como dormido tras la febril actividad del día. Una nueva jornada había concluido y, como siempre, nadie, ni una sola persona, había tomado conciencia real de aquello. No le escuches, te está mintiendo. Te odia. ¡Todos te odian! Desde luego no era fácil, entre la agitación y el espeso caldo de estímulos que saturaba aquel lugar en horario diurno, distinguir aquella pulsión, aislarla del ruido de fondo, comprenderla como lo que era. Pero sin duda seguía allí, y varios eran los que, inconscientemente, la habían sentido aquel día. Ese perro descastado no se merece vivir. ¡No se lo merece! Cualquiera, cualquiera que hubiera recorrido aquel pasaje durante la mañana, es posible que recordara como un escalofrío, como un repentino acceso de mal humor o quizá un atisbo de sospecha que se encendía en su mente, o una decisión que tomaba forma incomprensiblemente y que lo arrastraba hacia lo impensable. ¡Te está engañando, y ya sabes con quién! ¿Es que no tienes sangre en las venas? Y no es que estuvieran sugestionados por la historia de aquel lugar, porque jamás nadie había caído en la cuenta de que, por ejemplo, fue justo por ahí por donde pasó Sandra Suárez la tarde anterior al famoso incidente, cuando se volvió loca repentinamente y envenenó a sus padres y a dos de sus hermanos; o Marcos Garchel, que lo atravesó apenas una hora antes de regresar a su casa y matar a  su hermano Mateo, toxicómano como él y con el que nunca había tenido buena relación. Alguien te ha mentido. Ni tampoco nadie supo jamás que fue en el Pasaje de los Azahares, justo en aquel lugar, donde esa misma tarde Javier había atado cabos definitivamente y había decidido ajustarle las cuentas a su infiel novia y a ese miserable de Juan que decía ser su amigo. Nadie, nadie lo supo jamás.


2 comentarios:

El Rincón de Keren dijo...

Historias nunca contadas, y si los lugares hablarán... Nos dejarían pasmados. Así, cómo tú relato.

Muy bueno,
Abrazos!!

Manuel Mije dijo...

Muchas gracias. El juego que da el mundo de la psicofonías, ¿que no? ;)

Publicar un comentario

Exportar para leer en tu ebook

En BLOXP puedes exportar este blog, o parte del él, para leerlo desde tu ebook. Sólo necesitas esta dirección de RSS:

Contador de visitas

Copyright de los textos Manuel Mije © 2013. All Rights Reserved.
Twitter Facebook Favorites More

 
Design by Free WordPress Themes | Bloggerized by Lasantha - Premium Blogger Themes | Powerade Coupons