Dice mi esposa que he roto el reloj de
la pared. Puede ser, la verdad es que desde que tengo la enfermedad no sé muy
bien lo que hago. ¿Pero por qué me grita tanto? ¿Tantas cosas he roto? ¿La
pastilla? ¿Qué pastilla? Mejor me voy al cuarto a acostarme, seguro que estando
dormido no hago nada malo y así no me gritarán…
Bueno, ¿qué es lo que pasa ahora? Sí,
sí, me tomo la pastilla. ¿Ir a orinar? Vale, ahora voy, que no quiero que nadie
se enfade conmigo. Sí, es posible que alguna vez haya mojado la cama…
¿Otra vez me gritan? ¿Qué se ha
salido? Bueno, ahora lo limpio, que me perdonen…
Qué bien se está en la camita, sobre todo
ahora que hace fresquito, sí…
¿Cómo se llama eso que dice mi mujer
que tengo? Al… Almeicer… Almancer… Bueno, qué más da, se está tan bien en la
cama cuando hace frío…
3 comentarios:
Que bien describiste esta enfermedad donde le sensibilidad y la ternura están en cada palabra escrita... Saludos y buen fin de semana
Si. Lamentablemente se escuchan cada vez mas casos. Esta comprobado que la gente ahora vive mas que antes. Pero la idea es vivir bien, no sobrevivir como se pueda. Si no mas vale que la vida sea mas corta como antes. Buena entrada. Saludos
Muchas gracias a los dos. Viví un caso de estos de cerca, uno en el que el trato con el enfermo fue exquisito, se notaba lo bueno que había sido como padre y marido.
Publicar un comentario